Los tiempos en los que un buen salario bastaba para atraer talento han quedado atrás. En 2025, las prioridades de los profesionales —especialmente de las nuevas generaciones— han cambiado radicalmente. Buscan equilibrio entre vida personal y laboral, coherencia medioambiental y beneficios tangibles que mejoren su día a día.
En este nuevo escenario, la movilidad corporativa se ha consolidado como uno de los beneficios laborales más valorados.
Empresas que ofrecen transporte corporativo, abonos de transporte público subvencionados, parkings compartidos, bicicletas de empresa o acuerdos con plataformas de carpooling gozan de una clara ventaja competitiva a la hora de captar y fidelizar perfiles cualificados.
Datos que confirman la tendencia
Según un informe reciente de Randstad, el 68% de los jóvenes profesionales en España considera la movilidad sostenible como un factor decisivo a la hora de elegir empresa. No se trata solo de llegar al trabajo, sino de cómo se llega:
¿Cuánto cuesta?
¿Cuánto contamina?
¿Cuánto tiempo consume?
¿Qué opciones ofrece la empresa?
De incentivo logístico a valor estratégico
Algunas organizaciones han ido más allá, implementando créditos de movilidad que los empleados pueden usar según sus preferencias personales: metro, taxi, VTC, coche eléctrico compartido o incluso patinetes. Esta flexibilidad fomenta la inclusión, la autonomía y refuerza el compromiso del trabajador con la empresa.
Además, la movilidad laboral ya se está integrando activamente en los procesos de selección y onboarding. A través de apps personalizadas y recursos digitales, los nuevos empleados pueden planificar sus rutas al centro de trabajo desde el primer día, lo que reduce la fricción inicial y mejora la experiencia de incorporación.
Movilidad = Employer Branding
Hoy más que nunca, la movilidad no es un coste ni un problema a resolver. Es una herramienta clave de employer branding, una forma de demostrar compromiso ambiental, empatía con el empleado y capacidad para adaptarse a nuevas formas de trabajo.
Las compañías que apuestan por una movilidad flexible, sostenible y centrada en las personas no solo atraen mejor talento: lo retienen.